
Hablan los protagonistas
Protagonistas
María José Domenech
Responsable del departamento de formación
En el equipo humano de AITEX desde 1987 – Becaria en el Laboratorio Químico
“El lugar donde uno crece es su casa y para mi AITEX, ha sido la mía. Son muchos años trabajando aquí, en mi vida profesional solo está AITEX. Quiero seguir siendo parte de esta gran familia”

¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?
De ello ya hace bastante tiempo, pero los recuerdo como días fríos y grises, tanto por el clima como por la incertidumbre de comenzar algo nuevo. Entré como becaria, con muchas ganas de aprender y de trabajar intensamente. En aquel momento, AITEX también daba sus primeros pasos: éramos muy pocos y se estaban acondicionando los laboratorios, instalando los equipos y organizando los espacios. Pronto superamos esa fase inicial de limpieza y puesta en marcha. Una vez inaugurado oficialmente AITEX, la ilusión y el compromiso de quienes formábamos parte del equipo impulsaron su crecimiento. Fue una etapa muy intensa, pero también muy enriquecedora.

En aquel momento, ¿imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo e influencia que tiene hoy en día?
En absoluto. Por entonces, no podíamos imaginar que AITEX llegaría a ser lo que es hoy. Estábamos centrados en resolver el día a día, en hacer que aquello funcionara. Los inicios siempre son lentos y costosos, pero gracias al trabajo constante de los técnicos, se logró avanzar paso a paso. Se homologaron laboratorios, se obtuvieron acreditaciones y certificaciones, y se fueron ampliando los servicios solicitados por los clientes. También se invirtió en nuevos equipos, se crearon grupos de investigación, plantas piloto y laboratorios de desarrollo. Todo ese esfuerzo colectivo ha hecho posible que AITEX sea hoy uno de los centros de investigación más importantes a nivel mundial.
La nueva sede fue un hito importante para AITEX
Por supuesto, fue un cambio estratégico de gran relevancia para toda la organización y también para la sociedad. Las instalaciones de Emilio Sala ya no respondían a las necesidades de un instituto en plena expansión. Era urgente disponer de un espacio único que integrara todos los laboratorios, las plantas piloto de investigación y los servicios generales. La nueva sede ha permitido mejorar la calidad de los servicios, optimizar procesos y afrontar nuevos retos con una infraestructura moderna y funcional.

¿Cómo fue para ti dejar la sede de Emilio Sala? ¿Cómo viviste el cambio?
Personalmente, viví el cambio con una mezcla de nostalgia e ilusión. Por un lado, me costó mucho dejar un lugar en el que había trabajado durante 37 años, donde viví momentos clave tanto a nivel profesional como personal. Fueron años de evolución continua, de cambios en mi puesto de trabajo que me hicieron crecer. Conocí compañeros que se convirtieron en grandes amigos, y a quienes les debo mucho por su apoyo constante. Pero al mismo tiempo, sentí una gran ilusión por afrontar nuevos proyectos en unas instalaciones más modernas, adaptadas a los desafíos actuales de nuestro sector.
Toda mi trayectoria profesional ha estado ligada a este instituto. Aquí encontré un espacio donde crecer y desarrollarme.
Has visto crecer a la plantilla de unas pocas personas a más de 400 trabajadores. ¿Cómo describirías ese crecimiento humano y profesional?
Ha sido un crecimiento exponencial, tanto en lo humano como en lo profesional. Cuando empecé, no éramos ni diez personas. Hacia el año 2000, ya éramos unas sesenta. Hoy somos más de 400 trabajadores, un equipo amplio y diverso, pero comprometido y con una alta cualificación. AITEX ha sabido atraer y retener talento, fomentar la formación interna y generar un ambiente de trabajo donde prima la responsabilidad, la colaboración y el compromiso con la innovación.
El equipo humano es lo más importante de AITEX. Sin él, no estaríamos donde estamos.

AITEX ha sido el lugar donde has construido toda tu vida personal y carrera profesional. ¿Qué ha significado esto para ti en todos los niveles?
AITEX lo ha sido todo para mí. Toda mi trayectoria profesional ha estado ligada a este instituto. He tenido otras oportunidades laborales, pero nunca sentí la necesidad de cambiar, porque aquí encontré un espacio donde crecer y desarrollarme. He ocupado diversos puestos, siempre con disposición a asumir nuevos retos y aportar en lo que fuera necesario. He sentido que AITEX me ha permitido evolucionar al mismo tiempo que la propia entidad crecía, y eso no es algo que ocurra en todos los lugares.

¿Qué valores o experiencias de AITEX te han marcado más profundamente en estos 40 años?
Las experiencias han sido muchas, y todas han contribuido a mi crecimiento profesional. Comencé en 1986 como becaria del IMPIVA en el Laboratorio Químico Textil, en una etapa en la que se estaban adquiriendo equipos y buscando los primeros clientes. Éramos apenas un puñado de personas. El director en aquel momento, Miguel Perales, me pidió ayuda con temas de patronaje. Yo tenía formación en Moda y Confección, así que me ofrecí para formarme en el Sistema de Patronaje Asistido por Ordenador en Madrid. Aquello dio lugar al departamento CAD-Confección, que dirigí desde 1987 hasta 1999, trabajando con empresas como Tutto Piccolo o Tráfico de Modas. Fue una etapa muy satisfactoria, porque ayudamos a muchas compañías a adoptar nuevas tecnologías.
Después pasé al departamento de Formación. En 1994, Javier Francés, el entonces director, me propuso viajar a Alemania, a las instalaciones de DORNIER en Lindau, para aprender a manejar un telar electrónico de pinza positiva, recientemente adquirido por AITEX. Fue un reto que acepté encantada, ya que la tejeduría es una de mis pasiones, transmitida por mi padre, tejedor de profesión. También guardo con especial cariño el proyecto de formación que desarrollamos junto con Vicente Blanes en 2001 para Carrefour, con cursos impartidos en toda España durante más de dos años.
A lo largo de estos años, he aprendido a adaptarme, a trabajar en equipo, a innovar y a no tener miedo a lo desconocido. He vivido momentos duros, como en cualquier organización, pero siempre he tratado de sacar lo mejor de cada experiencia. Para mí, lo más importante de AITEX es el equipo humano. Sin él, no estaríamos donde estamos hoy. AITEX ha sido mi casa, y me siento orgullosa de seguir siendo parte de esta gran familia.
AITEX ha sido mi casa. Espero seguir siendo parte de esta gran familia.

Más que una trayectoria
Sección que recoge los testimonios, hitos y experiencias que han marcado nuestra trayectoria. Vídeos que celebran el pasado, el presente y el futuro del centro de investigación e innovación.