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El Consejo Rector de AITEX
en primera persona

Consejo Rector AITEX

Juan Ignacio Sanz


Presidente de AITEX entre 2004 y 2008 y actualmente presidente de honor

«Las cifras están negro sobre blanco: AITEX no ha dejado de crecer»

uan Ignacio Sanz representa a Hilados Benisaidó en el Consejo de AITEX, una empresa con fuerte arraigo en el sector textil. Fue presidente de AITEX entre 2004 y 2008. Su vinculación con el Centro de Investigación e Innovación comenzó a inicios de los años 2000, cuando se integró en el Consejo Rector tras formar parte de ATEVAL. Hoy ostenta el cargo de presidente de honor y mantiene una relación cercana con AITEX. En esta entrevista repasa los principales hitos de su etapa, reflexiona sobre la evolución de AITEX a lo largo de los últimos 40 años y pone en valor el papel clave que ha desempeñado el centro en la transformación del sector textil español. 

¿Recuerda en qué año se incorporó al Consejo Rector de AITEX?

Mi entrada al Consejo fue alrededor del año 2000, aunque no sabría decirte la fecha exacta. Antes de eso, me incorporé a ATEVAL por invitación de Manolo Taberner, que era presidente en ese momento. Al poco tiempo, me invitaron a formar parte del Consejo Rector de AITEX, cuya propuesta partió directamente del propio presidente de entonces, Santiago Moltó. En nuestra empresa no había antecedentes de participación en este tipo de órganos, así que fue algo completamente nuevo para mí. En aquella época, las cosas funcionaban así: si estabas presente y participativo en las actividades del sector, acababas siendo propuesto. Era una cuestión de confianza mutua.

«Vicente supo impregnar a todo el equipo de una cultura del esfuerzo que ha sido clave en el éxito de AITEX”

¿Cómo recuerda el AITEX de aquel momento?

AITEX era una entidad mucho más reducida que hoy. Cuando yo me incorporé, contaba con poco más de un centenar de empleados. Las únicas instalaciones eran las del edificio de Emilio Sala, sin naves anexas ni otras dependencias. Aun así, ya se respiraba una gran ambición por crecer. Esa etapa coincidió con la incorporación de Vicente Blanes como director general, y junto con el entonces presidente, Santiago Moltó, empezaron a marcar un cambio de rumbo muy claro. Recuerdo que al principio teníamos que defender ante el Consejo la necesidad de aumentar plantilla, porque existía cierto temor empresarial a crecer demasiado. Era otra época, con un contexto económico distinto, y el riesgo era percibido de forma distinta al actual. Pero ya se intuía que el centro tenía un enorme potencial.

Juan Ignacio Sanz coge el testigo de Santiago Moltó como presidente de AITEX el 20 de octubre de 2004

Fue presidente de AITEX entre 2004 y 2008, ¿cómo fue su experiencia?

Fueron cuatro años intensos y enriquecedores. Desde el inicio tuvimos claro que el centro debía reforzar su proyección y posicionamiento. Uno de los hitos más importantes fue la creación de la etiqueta Made in Green, una iniciativa que surgió para dotar de garantías al producto europeo. La idea partió de un miembro del Consejo, Manuel Taberner, y el nombre, si no recuerdo mal, lo propuso Vicente. Buscábamos una fórmula para proteger el producto nacional frente a las importaciones de países con menos exigencias laborales o medioambientales. Aquella etiqueta recogía valores como la seguridad laboral, el respeto a los derechos de los trabajadores y la ausencia de sustancias nocivas. El impacto fue enorme, tanto que acabamos cediéndola a OEKO-TEX®. A nivel institucional, aquella iniciativa colocó a AITEX en el mapa, de hecho, hicimos una presentación en el Santiago Bernabéu con personalidades muy relevantes del momento. Fue un antes y un después para el instituto. 

«El Made in Green fue una idea disruptiva que nos posicionó a nivel nacional e internacional»

¿Qué evolución ha percibido en AITEX a lo largo de estas dos décadas?

El crecimiento ha sido, sin duda, meteórico. A nivel de plantilla, facturación, reconocimiento internacional o inversión en infraestructuras y proyectos, AITEX no ha dejado de avanzar. De hecho, las cifras están negro sobre blanco: AITEX no ha dejado de crecer. Lo más admirable es que esa evolución se ha sostenido en el tiempo, año tras año. No ha sido una explosión puntual, sino una progresión continua. Desde mi punto de vista, la clave ha sido la cultura del esfuerzo que ha sabido instaurar Vicente Blanes y que ha calado en toda la estructura. La dirección ha sabido transmitir compromiso, visión y exigencia. Y eso, en una organización de esta dimensión, es fundamental. El esfuerzo colectivo ha sido la base de todo lo que AITEX ha logrado.

Elección de Vicente Aznar como nuevo presidente de AITEX en 2008

¿Qué papel cree que ha jugado AITEX en la transformación del sector textil?

En mi etapa como presidente ya empezamos a firmar convenios para fomentar la diversificación industrial, tanto con apoyo técnico como económico. Trabajamos con expertos y con entidades que ayudaban a las empresas a explorar nuevos nichos de mercado. Hoy, eso se ha multiplicado con los proyectos de I+D, muchos de ellos colaborativos y adaptados a las necesidades del tejido empresarial. Además, el área de laboratorios, los análisis y las certificaciones han crecido de forma extraordinaria. Pero lo que más valoro es que AITEX ha empujado a las empresas a innovar, a mirar más allá del textil tradicional y a reinventarse. Eso ha sido determinante.

«Cambiar de sede fue como mudarse a una casa nueva: con nostalgia, pero con visión de futuro»

¿Cómo vivió el proceso de traslado a la nueva sede?

Fue un proceso que se inició después de mi etapa como presidente, ya bajo la presidencia de Vicente Aznar. La necesidad era evidente: el instituto había crecido tanto que las instalaciones de Emilio Sala ya no podían albergar toda la actividad. Hubo que valorar distintas ubicaciones hasta que finalmente se encontró el terreno actual. Desde ese momento, todo fue cuestión de gestión técnica y económica. Vicente supo liderar el proyecto con su estilo habitual: informando al Consejo, compartiendo decisiones, pero avanzando con determinación. Para mí, el cambio de sede supuso cerrar una etapa. Fue como mudarse a una casa nueva. Con nostalgia por lo vivido, pero con la certeza de que era necesario para seguir creciendo.

Consejo Rector en el que Juan Ignacio Sanz traspasa el cargo de Presidente de AITEX a Vicente Aznar en 2008

¿Dónde visualiza el futuro de AITEX?

Sin duda, en la internacionalización ya que el sector textil europeo está en retroceso desde hace años. Desde que China entró en la OMC, en 2004, muchas empresas europeas no han podido competir. Por eso, AITEX tiene que mirar más allá de nuestras fronteras y lo está haciendo, pero es un camino que debe seguir reforzando. A nivel personal, me siento muy orgulloso de haber formado parte de esta trayectoria. Como presidente de honor, sigo asistiendo a las reuniones del Consejo y mantengo contacto con muchas personas del equipo. AITEX siempre será una parte importante de mi vida profesional.

¿Qué mensaje le gustaría dedicarle a AITEX en este aniversario?

Seguid haciendo lo que sabéis hacer: innovar, colaborar con las empresas, formar talento, abrir nuevos caminos. Siempre hay que evolucionar, pero sin perder la raíz. AITEX ha demostrado que es posible crecer sin perder su esencia. Y eso es lo más difícil de lograr.

Recepción de Francisco Camps, President de la Generalitate durante el Consejo Rector de AITEX en 2008

El Consejo Rector de AITEX
en primera persona

Entrevista a los integrantes del Consejo Rector de AITEX. Agentes clave de la historia y éxito del centro y que han querido dedicar unas palabras de felicitación por el 40 aniversario de AITEX.

Más que una trayectoria

Sección que recoge los testimonios, hitos y experiencias que han marcado nuestra trayectoria. Vídeos que celebran el pasado, el presente y el futuro del centro de investigación e innovación.