José Royo es consejero de AITEX desde 2010 y gerente de Tejidos Royo, una empresa con más de 100 años de historia en el sector textil. Su trayectoria profesional está ligada desde sus inicios al instituto, heredando el compromiso de su padre y contribuyendo activamente al desarrollo estratégico del sector a través del Consejo Rector. Con una visión clara sobre el papel de la innovación y la formación, Jose Royo es voz experta y testigo directo de los principales hitos de AITEX en los últimos años. 

¿En qué momento empezó su vinculación con el Consejo Rector de AITEX?

Empezó concretamente el 15 de diciembre de 2010. Mi padre ya era miembro del Consejo y, cuando él falleció, cogí su relevo. Fue un auténtico honor, primero por él y segundo porque todo el equipo de AITEX confiaba en que podía aportar mucho al Consejo. Desde entonces, cada día aprendo algo nuevo y, sobre todo, intento dar lo mejor de mi mismo. Han pasado muy rápido estos años, pero han sido muy intensos y enriquecedores. AITEX ha sido para mí como una segunda escuela profesional.

¿Qué le ha sorprendido más en estos años como consejero?

La gran cantidad de buenos profesionales que hay en AITEX. Los consejeros venimos del mundo industrial, cada uno con su empresa, pero al final lo importante es que esta empresa, que es AITEX, funciona muy bien y eso es gracias a la calidad del equipo humano. Siempre hay nuevos proyectos y nuevas ideas. Esa energía hace que el futuro de AITEX sea, para mí, eterno. La innovación constante y el empuje del equipo son admirables. Y lo más curioso es que nunca he visto una etapa de estancamiento, siempre hay movimiento.

¿Cómo ha evolucionado el Consejo Rector desde sus inicios hasta ahora?

Hoy tenemos un consejo más mixto, con presencia de nuevos sectores. Se valora la experiencia, pero también la entrada de gente joven con nuevas ideas. Es importante encontrar ese equilibrio entre sabiduría y empuje. La convivencia entre generaciones es clave, debemos seguir dando espacio a los perfiles emergentes del sector. 

¿Qué momento destacaría en estos 15 años de trayectoria en el Consejo?

Me vienen a la cabeza muchos, pero si tengo que escoger uno, me quedo con el día que se decidió construir este edificio. Fue muy emocionante. Se presentaron grandes proyectos y elegir uno fue difícil, pero el resultado demuestra que acertamos. Este edificio representa innovación y vanguardia. Cuando llego y lo veo, pienso que una parte de esa decisión también fue mía, y eso me enorgullece. Es un símbolo de lo que AITEX representa hoy para el sector y, además, ha generado un impacto muy positivo tanto interno como externo para la ciudad de Alcoy. 

¿Cómo describiría este edificio a alguien externo?

Es una maravilla tecnológica, pensada para innovar. La fachada ya transmite que es algo distinto, con su ondulación que es como una araña de hilos. He traído a muchos clientes y todos salen maravillados. Refleja lo que es AITEX: innovación y futuro. Es un edificio que impresiona y que invita a conocer qué hay dentro. No es solo estética: está pensado para potenciar el conocimiento.

«Este edificio es una maravilla tecnológica, pensada para innovar»

¿Cómo ha sido la evolución de AITEX en estos 40 años?

Ha pasado de ser una idea de pocos a convertirse en una referencia mundial. Yo llevo 27 años trabajando en el sector textil y AITEX ha estado siempre presente. Primero por mi padre y luego por mi papel como consejero. Ha sido clave para abrirnos a nuevos negocios que hace años ni imaginábamos. Ha evolucionado con una agilidad admirable y no solo ha crecido, se ha ganado un prestigio que traspasa fronteras. 

¿Cómo valora la importancia de la formación en el sector?

Es absolutamente clave; una empresa sin formación no tiene futuro ni capacidad de adaptación. No todos tienen que ser ingenieros, pero sí contar con una base sólida que les permita entender procesos, tecnologías y requisitos de calidad cada vez más exigentes. AITEX lo aborda de forma integral: tiene formación sobre confección, moda, patronaje y maquinaria, programas de especialización en textil técnico y, gracias a su alianza con la escuela de negocios y marketing ESIC, también másteres y posgrados que combinan gestión, innovación y sostenibilidad. Formar es construir futuro y, en nuestro caso, ha sido decisivo para dar el salto del ‘textil moda’ al ‘textil técnico’ con garantías de éxito.

¿Qué ha aportado AITEX a Tejidos Royo a nivel profesional?

¡Muchísimo! Gracias a AITEX hemos podido transformar nuestra producción hacia el tejido técnico. Nos ha ayudado a formar el equipo, nos ha facilitado recursos, y ha acelerado procesos que quizá, por nosotros mismos, nos habrían llevado años. A nivel profesional y personal, le debo mucho. Sin AITEX, probablemente no hubiéramos avanzado tan rápido. Ha sido un motor de cambio para nuestra estrategia empresarial. 

¿Qué retos ve en el futuro inmediato para AITEX y para el sector?

El mayor reto es no parar. La innovación requiere inversión constante. El día que dejemos de crecer será el principio del fin. AITEX debe seguir apostando por sectores en evolución, como la cosmética, y estar preparados para lo que venga después. La sostenibilidad también marcará el camino y hará falta valentía para asumir decisiones estratégicas importantes.

«El actual equipo directivo ha llevado a AITEX a ser reconocida mundialmente»

¿Qué impacto cree que ha tenido el equipo directivo actual?

Han dado un salto espectacular. Sin desmerecer lo anterior, creo que este equipo ha conseguido el reconocimiento internacional real que tiene AITEX. No solo estamos fuera, sino que nos reconocen. Eso es mérito del equipo de Vicente Blanes y de toda su dirección. Han profesionalizado aún más el centro. Y han tenido una visión clara de hacia dónde había que ir.

¿Cuál cree que es el siguiente paso que debería dar AITEX?

Seguir y no parar. Apostar fuerte por la cosmética y estar atentos a nuevos sectores que puedan surgir. El textil en Europa lo tiene difícil, así que hay que diversificar. Hay que coger aire, sí, pero sin detenerse. El mundo no espera y AITEX tiene el conocimiento y los recursos necesarios para seguir liderando. 

«Gracias a AITEX hemos acelerado la transformación hacia el tejido técnico»

¿Cómo recuerda ganar el segundo Premio en Innovación de los Premios Empresariales de AITEX en 2018?

Fue una experiencia muy especial. En aquella primera edición obtuvimos el segundo premio en innovación y también un reconocimiento europeo en sostenibilidad por la misma tecnología. Fue un año importante para nosotros, pero lo que más me impresionó fue la propia iniciativa. Que AITEX decidiera lanzar unos premios con dotación económica y abierta a todas las empresas fue una idea excelente. Motiva, impulsa a innovar y demuestra que el instituto cree en la transferencia real al sector.

En una frase, ¿qué significa para usted estar vinculado a AITEX?

Es todo un orgullo puesto que significa que lo estamos haciendo bien como empresa. Que seamos consejeros de una entidad como esta nos dice que algo bueno estamos haciendo. Es también una responsabilidad. Representar al sector en un centro así implica compromiso.

¿Qué mensaje le gustaría dejar por el 40 aniversario de AITEX?

Que nos vemos en los próximos 40, probablemente yo no estaré, pero quienes lleguen se van a encontrar con una gran fiesta y con un centro con mucho futuro. AITEX seguirá siendo un referente. Y yo estaré siempre disponible para apoyar desde donde haga falta.