¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?

Recuerdo mis primeros días con mucho cariño. El recibimiento por parte de mis compañeros fue muy cálido, lo que me ayudó a adaptarme rápidamente. Me sentía ilusionada y con ganas de aprender en un entorno que, aunque exigente, también era muy humano. Aquellos primeros pasos marcaron el inicio de una etapa muy importante en mi vida, tanto profesional como personal

¿Puedes detallar cómo ha sido tu trayectoria profesional en AITEX?

Desde el principio he desarrollado mi labor en el laboratorio de Comportamiento al Fuego. He tenido la suerte de poder mantenerme en un área que me apasiona, rodeada de grandes profesionales. A lo largo de estos años, he crecido mucho como persona y como técnica, y he aprendido muchísimo de todos mis compañeros, quienes han sido clave en mi evolución dentro del instituto. Cada etapa ha traído aprendizajes y nuevos retos, y siempre he afrontado cada uno de ellos con entusiasmo.

¿Cómo te ha ayudado AITEX a crecer tanto personal como profesionalmente?

AITEX ha sido un pilar fundamental en mi desarrollo. El compañerismo y el buen ambiente de trabajo me han permitido crecer con confianza y aprender constantemente. Aquí he aprendido a trabajar en equipo, a asumir responsabilidades y a seguir mejorando día a día. A nivel personal, este entorno me ha aportado estabilidad, amistades sinceras y muchas experiencias enriquecedoras que guardo con aprecio.

¿Qué hito destacas de AITEX en estos años?

Sin duda, el traslado a la nueva sede. Supuso un cambio enorme en todos los sentidos: mejores instalaciones, mayor capacidad tecnológica y nuevas oportunidades para crecer como organización. Fue un paso adelante muy necesario, que nos ha permitido posicionarnos aún mejor como centro de referencia en el sector. Vivir ese cambio desde dentro fue muy emocionante y significativo.

¿Con qué momento te quedas a nivel personal?

Me quedo con todo el proceso de evolución personal y profesional que he vivido aquí. Mirando atrás, me doy cuenta del camino recorrido, de lo que he aprendido, y de cómo he crecido. Y todo esto ha sido posible gracias a las personas que me han acompañado, a los compañeros que me han enseñado, apoyado y animado en cada etapa.

¿Te imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo e influencia que tiene hoy en día?

Sinceramente, no. Cuando empecé, AITEX ya tenía un recorrido importante, pero jamás imaginé el alcance que iba a conseguir con el tiempo. Me alegra profundamente haber formado parte de este crecimiento y de haber aportado mi granito de arena en ese camino hacia la excelencia y la innovación.

¿Cómo viviste el cambio desde la sede de Emilio Sala a las nuevas instalaciones?

Fue un cambio que viví con emociones encontradas. Por un lado, sentí pena al dejar atrás un lugar lleno de recuerdos y vivencias, ya que pasamos muchos años en la sede de Emilio Sala y fue como un segundo hogar. Pero, por otro lado, era evidente que necesitábamos avanzar, y la nueva sede representó ese paso adelante que requería AITEX. El cambio fue positivo y necesario para seguir creciendo a nivel profesional.

Qué mensaje le dedicarías a AITEX y a tus compañeros por el 40 aniversario?

Mi mensaje es que sigamos trabajando juntos con el mismo espíritu de colaboración y esfuerzo que nos ha traído hasta aquí. Si continuamos en esta línea, no tengo duda de que alcanzaremos todo aquello que nos propongamos. Felicidades a todos por estos 40 años de trabajo, compromiso y evolución constante.