
Hablan los protagonistas
Protagonistas
Eusebio Aranda
Jefe del área de administración
En el equipo humano de AITEX desde 1989 – Auxiliar de administración
“En mi caso, AITEX ha ido moldeando al profesional que llevo dentro y ha posibilitado beneficiarme de excelentes relaciones con compañeros que en muchos casos son parte de la familia que se elige. Gracias a AITEX soy gran parte de lo que soy”

¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?
Con un cariño muy especial. Tiro la vista atrás y me veo como un adolescente con unas enormes ganas de aprender, de colaborar, de crecer y de aportar valor al departamento desde el primer día. Eran jornadas maratonianas vividas con muchísima ilusión. Únicamente sabíamos a qué hora entrábamos, pero nos daba igual a qué hora terminaba la jornada. Todos los obstáculos se resolvían con esfuerzo, compromiso e ingenio, lo que provocaba una satisfacción única por el trabajo bien hecho. Aquella etapa fue un verdadero aprendizaje humano y profesional que dejó una huella profunda en mi vida.
Tiro la vista atrás y contemplo a un adolescente con unas enormes ganas de aprender, colaborar, crecer y aportar valor al departamento.

En aquel momento, ¿imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo e influencia que tiene hoy en día?
Era inimaginable pensar que AITEX alcanzaría el grado de importancia, prestigio y notoriedad que tiene actualmente dentro del tejido empresarial, tanto a nivel nacional como internacional. En aquellos inicios, estábamos centrados en resolver el presente, en construir paso a paso una estructura sólida. Lo que ha venido después ha sido fruto de una visión compartida, de una evolución constante y de una apuesta decidida por la calidad, la innovación y las personas. Hemos crecido con determinación, pero siempre fieles a nuestros principios fundacionales.
La nueva sede fue un hito importante para AITEX. ¿Cómo fue para ti dejar la sede de Emilio Sala? ¿Cómo viviste el cambio?
Viví el cambio con sentimientos encontrados. Por un lado, tristeza por dejar un edificio tan singular como Emilio Sala, donde pasé 34 años de mi vida laboral y al que se le coge inevitablemente apego. Fue un lugar donde crecimos profesional y personalmente, lleno de recuerdos, proyectos y vínculos. Pero por otro lado, me invadió una enorme ilusión al ver la nueva sede: moderna, funcional y diseñada para responder a las necesidades actuales y futuras de un centro de investigación de vanguardia. Este cambio ha supuesto un auténtico revulsivo para todo el equipo, como un “volver a empezar” lleno de energía renovada. Las nuevas instalaciones son una referencia en eficiencia, innovación y tecnología, y han reforzado aún más nuestra capacidad para afrontar los retos con garantías.
Este cambio ha supuesto un revulsivo para todo el equipo de AITEX, un ‘volver a empezar’ lleno de energía renovada.

Has visto crecer a la plantilla de unas pocas personas a más de 400 trabajadores. ¿Cómo describirías ese crecimiento humano y profesional?
Cuando me incorporé a AITEX en 1989 éramos 16 personas; hoy somos más de 400. Esta evolución habla por sí sola. Ha sido un crecimiento progresivo, sostenible y sostenido en el tiempo, que ha permitido el desarrollo colectivo e individual de todos los trabajadores. Se ha construido un entorno de trabajo basado en la formación continua, el desarrollo profesional y la promoción interna, que ha permitido consolidar un equipo altamente cualificado. Este equipo es capaz de ofrecer soluciones reales al mercado, generando una cadena de valor “win-win” donde todos ganamos: el cliente, AITEX y su plantilla. Este modelo ha sido clave para mantenernos en la vanguardia.
AITEX ha sido el lugar donde has construido toda tu vida personal y carrera profesional. ¿Qué ha significado esto para ti en todos los niveles?
En AITEX, las personas ocupamos un lugar central en la estrategia de crecimiento. En mi caso, este centro ha sido mucho más que un lugar de trabajo: ha sido el entorno en el que he crecido, aprendido y madurado como profesional y como persona. AITEX me ha moldeado, me ha dado la oportunidad de evolucionar y me ha permitido rodearme de personas que hoy considero parte de mi familia elegida. La calidad humana del equipo ha sido esencial. Puedo decir, sin ninguna duda, que gracias a AITEX soy, en gran medida, la persona que soy hoy.
Gracias a AITEX soy, en gran medida, la persona que soy hoy.
¿Qué valores o experiencias de AITEX te han marcado más profundamente en estos 40 años?
Lo que más me ha marcado ha sido la cultura del esfuerzo, el compromiso constante, la profesionalidad y la voluntad de superarse cada día. Son valores que están grabados en el ADN de AITEX desde sus orígenes. También destaco el rigor con el que trabajamos, el fuerte vínculo con el cliente y el espíritu de servicio que impregna todas nuestras áreas. He vivido experiencias transformadoras que me han exigido dar lo mejor de mí y que me han hecho crecer en cada etapa. Esta cultura nos ha permitido posicionarnos como un centro de referencia y, lo más importante, seguir siéndolo.
Más que una trayectoria
Sección que recoge los testimonios, hitos y experiencias que han marcado nuestra trayectoria. Vídeos que celebran el pasado, el presente y el futuro del centro de investigación e innovación.