¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?

Recuerdo mis primeros días de trabajo con gran emoción. Como estudiantes de Ingeniería Textil, conocíamos AITEX gracias a las visitas que realizábamos junto a nuestros profesores. Mientras estudiaba, tenía un objetivo claro: trabajar aquí. Así que me esforcé por conseguirlo y, cuando finalmente entré como becaria en el laboratorio, quedé impresionada por la avanzada tecnología del centro y la diversidad de su equipamiento.

Mi trabajo consistía en analizar y cuantificar las propiedades de fibras, hilos, tejidos, no tejidos y géneros de punto. Cada día podía aplicar mis conocimientos utilizando equipos de laboratorio de última generación, rápidos, precisos y perfectamente calibrados. Fue una experiencia fascinante que superó todas mis expectativas.

En aquel momento, ¿imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo e influencia que tiene hoy en día?

Sinceramente, no. Pero ya en aquel momento, las empresas de la zona que utilizaban nuestros servicios —muchas de ellas dirigidas por amigos— veían un gran potencial en contar con una entidad como AITEX para el control de calidad. Sin embargo, pocos imaginaban su papel en la investigación y el desarrollo, ni el impacto que podría tener en su crecimiento al aportar un valor añadido fiable, riguroso y de calidad. ¡Qué equivocados estábamos!

Por otro lado, el equipo de personas que formábamos parte de AITEX, y que iba creciendo tanto en número como en profesionalidad, teníamos un objetivo claro: ampliar los servicios al sector, dotándolos de rigurosidad e independencia para garantizar la credibilidad de nuestros informes y proyectos. Así, con esfuerzo y dedicación, logramos consolidar en AITEX un estándar de calidad, exigencia y rigor que nos permitió abrir nuevos mercados en sectores relacionados. Al mismo tiempo, pusimos todo nuestro conocimiento y experiencia al servicio de los clientes para ayudarles a alcanzar sus objetivos. Nuestro lema era: “Para AITEX, nada es imposible”.

¿Cómo ha sido tu evolución profesional en AITEX?

A lo largo de mi trayectoria en AITEX, he pasado por distintos puestos. Comencé como técnico en el laboratorio de física textil y, posteriormente, desempeñé funciones en el Laboratorio de Comportamiento al Fuego y en la Unidad Técnica de Ontinyent. Entre 1995 y 2008, fui responsable del departamento de Calidad, Medio Ambiente y Responsabilidad Social Corporativa. Desde septiembre de 2008 hasta la actualidad, lidero el departamento de licitaciones públicas, una función que en sus inicios compaginé con otras tareas como Calidad, Preparación de Muestras y Prevención de Riesgos.

Actualmente, nuestra unidad de gestión de concursos —como nos referimos a ella de forma más coloquial— trabaja de manera estrecha con fabricantes de prendas para cuerpos de defensa, grandes compañías como Iberdrola, Endesa, Repsol o Mercadona, e incluso administraciones públicas como bomberos, agentes forestales, Cruz Roja, Aduanas o juntas de gobierno para actividades como deportes al aire libre y esquí. Estas entidades, al obtener una licitación, deben proveer de equipamiento completo a sus usuarios, lo que implica una gran producción y, en muchos casos, importantes volúmenes de negocio. Nuestra labor consiste en analizar las propiedades del vestuario y los complementos para emitir informes de ensayo con las características de cada artículo.

¿Os podéis imaginar la presión que conlleva esta responsabilidad?

¿Cómo te ha ayudado AITEX a crecer como profesional?

Personalmente, siempre me he sentido muy valorada y respaldada en mi formación, lo que me ha permitido adaptarme a las necesidades de AITEX a lo largo de mi trayectoria profesional. He vivido la evolución tecnológica desde el uso de la máquina de escribir manual hasta la implementación de avanzados programas informáticos que optimizan la gestión, redacción y envío de los informes técnicos de ensayo.

En cuanto a la formación, AITEX ha promovido siempre un plan adaptado a cada persona, en función de sus responsabilidades y del desarrollo de nuevas competencias. Esta visión ha permitido que quienes asumimos nuevos retos o cambiamos de área contemos con los conocimientos y herramientas necesarias para desempeñar nuestras funciones con excelencia.

¿Qué hito destacas de AITEX en estos años?

AITEX ha experimentado un crecimiento sólido y exponencial, impulsado por una actitud proactiva y sin temor a los retos. Cualquier necesidad de las empresas del sector representa para nuestro equipo una oportunidad para apoyar e impulsar a la industria, ayudándola a crecer y a fortalecer su negocio.

¿Con qué momento te quedas a nivel personal?

Ante esta pregunta, debo confesar que, a nivel personal, AITEX ha sido mucho más que un lugar de trabajo; ha sido el espacio donde he construido gran parte de mi vida. Tras finalizar mis estudios y realizar un periodo de prácticas en la universidad, tuve la oportunidad de incorporarme a esta casa, donde he crecido tanto profesional como personalmente.
A lo largo de los años, he conocido a personas extraordinarias que me han enseñado, apoyado y exigido, impulsándome a enfrentar nuevos retos. Gracias a ello, he desarrollado habilidades como hablar en público, participar en comités de normalización y trabajo, asistir a ferias, gestionar proyectos, realizar ensayos, impartir formación y comercializar cada nueva línea de negocio que se ha ido creando. Todo ello siempre acompañado por el compañerismo y la complicidad del equipo.
Cada día que entro por la puerta de AITEX me hago la misma pregunta: ¿qué sorpresas nos traerá hoy la jornada?