
Hablan los protagonistas
Protagonistas
Begoña Francés
Responsable de los laboratorios físico, geotextiles y de superficies deportivas
En el equipo humano de AITEX desde 1996 – Becaria IMPIVA en el laboratorio químico de AITEX
“AITEX siempre busca de forma continua nuevos campos de actuación e invierte en ellos. Esta forma de trabajo te hace renovarte cada día con nuevos proyectos, nuevos equipos para poner en marcha, en definitiva, nuevos retos, que te hacen crecer profesionalmente”

¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?
Entré en AITEX con 25 años, después de haber finalizado la licenciatura y pasar dos años en la Universidad. El cambio fue notable, tanto en ritmo como en enfoque, pero me encontré con un entorno cercano, con personas dispuestas a ayudarme desde el primer día. Comencé en la sede de Ontinyent, donde poníamos en marcha los laboratorios físico-químicos. Hacíamos distintos tipos de ensayos, aunque a un ritmo mucho más tranquilo que el actual.
Guardo especial cariño a esa etapa, donde aprendí de personas como Isabel Soriano y Jorge Serna, quienes fueron clave en mi formación. Más adelante, pasé al laboratorio químico de Alcoy. Todavía conservo muy buenos recuerdos de los compañeros de entonces, muchos de los cuales aún están hoy en AITEX.

En aquel momento, ¿imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo que tiene hoy?
Sinceramente, no. Éramos unas 60 personas, todos concentrados en la primera planta del edificio de Emilio Sala. El ambiente era muy familiar, con contacto frecuente entre laboratorios y departamentos. El ritmo de trabajo era muy diferente al actual.
Con el tiempo, AITEX ha demostrado una gran capacidad para adaptarse al cambio, anticiparse a las necesidades del mercado y diversificar sus líneas de actuación. Ha sido pionero en muchas áreas, sabiendo abrir nuevas líneas de ensayo e investigación con agilidad y calidad. Esta capacidad de evolución ha sido clave para el posicionamiento que tiene hoy a nivel nacional e internacional.
AITEX ha sabido anticiparse a los cambios del mercado, siendo pionero en nuevas líneas de ensayo e investigación.

La nueva sede fue un hito importante para AITEX. ¿Cómo viviste ese cambio?
Para mí, fue como un traslado personal, como mudarse de casa. El edificio de Emilio Sala tiene un significado especial, porque estuve presente en todas sus fases de crecimiento. Lo vi transformarse: cómo pasamos de ocupar una planta a ocupar casi todo el edificio. Cada ampliación traía nuevos proyectos, y todos los vivíamos con muchísima ilusión.
El hecho de estar en el centro de Alcoy también tenía su encanto. En fechas señaladas como Navidad o las Fiestas de San Jorge, se respiraba un ambiente especial, que nos hacía sentir muy integrados en la vida de la ciudad.
Es cierto que el nuevo edificio nos ha aportado muchas ventajas: más espacio, accesibilidad, instalaciones mejor adaptadas a los equipos… Pero el edificio antiguo tenía un carácter único, y una historia que muchos llevamos grabada con mucho afecto.
Para mí, el traslado fue como mudarme de casa. El edificio antiguo tenía un encanto especial y mucha historia.

¿Cómo ha sido tu evolución profesional dentro del instituto?
Empecé en 1996 como becaria en el laboratorio químico. En 2004 me nombraron responsable del Laboratorio de Geotextiles. En 2006 ampliamos con el Laboratorio de Superficies Deportivas y, desde 2012, soy responsable del Laboratorio Físico.
Cada una de estas etapas ha implicado nuevos retos, aprendizaje y desarrollo constante. Tanto el laboratorio de Geotextiles como el de Superficies Deportivas partieron de cero, lo que supuso diseñar procesos, adaptar normativas, implantar equipos y coordinar equipos humanos. Esa experiencia de construir desde la base ha sido muy enriquecedora y formativa.

¿Qué papel ha jugado AITEX en tu desarrollo profesional?
AITEX ha sido el entorno perfecto para crecer. Es una entidad que no se conforma, siempre está buscando nuevos retos, nuevas áreas de actuación e invirtiendo en innovación. Esta actitud genera un entorno que exige y motiva a renovarse constantemente.
Los nuevos proyectos, los equipos que se ponen en marcha, los desafíos técnicos… Todo contribuye a ese crecimiento continuo. Pero, además, creo que el factor humano ha sido determinante. El compromiso de todos los trabajadores ha hecho posible que AITEX evolucione como lo ha hecho. Sin ese nivel de implicación, no estaríamos donde estamos.

¿Qué hito destacarías de AITEX en estos años?
El crecimiento sostenido de AITEX ha sido constante, pero en la actualidad es un referente europeo consolidado. Lo más admirable es que no se ha detenido, sigue creciendo a todos los niveles: tecnológico, humano y de impacto internacional. Esa proyección es reflejo de una estrategia bien definida y de un trabajo colectivo impecable.
¿Con qué momento te quedas a nivel personal?
Me quedo, sin duda, con las personas. He tenido la suerte de compartir el camino con grandes profesionales, de quienes he aprendido muchísimo y con quienes sigo aprendiendo cada día. Mencionaría especialmente a Isabel Soriano y Silvia Devesa, mis jefas directas, cuyo ejemplo ha sido fundamental para mi desarrollo. Son muchas las vivencias compartidas, y esas relaciones personales son lo que más valoras con los años.
Me quedo con las personas: grandes profesionales de los que he aprendido y con quienes sigo aprendiendo cada día.

Más que una trayectoria
Sección que recoge los testimonios, hitos y experiencias que han marcado nuestra trayectoria. Vídeos que celebran el pasado, el presente y el futuro del centro de investigación e innovación.