¿Cómo recuerdas tus primeros días en AITEX?

Recuerdo mis primeros días con una enorme ilusión. Para mí, era una gran oportunidad poder trabajar en AITEX, al servicio de las empresas del sector textil-confección. Desde el principio sentí que estaba en un lugar donde podía aportar y crecer al mismo tiempo. La tecnología de patronaje por ordenador estaba dando sus primeros pasos, y había mucho por hacer. Era una etapa de entusiasmo, con un equipo comprometido y muchas ideas por desarrollar.

¿Puedes detallar cómo ha sido tu trayectoria profesional en AITEX?

Comencé trabajando en los programas de patronaje asistido por ordenador, una tecnología pionera en aquel momento. Realizaba patrones directamente para empresas del sector, pero también formaba a los patronistas que adquirían este tipo de software. Era una herramienta muy novedosa y no siempre fácil de implantar, pero poco a poco fue extendiéndose y profesionalizando los procesos de confección.
Con el tiempo, mi labor evolucionó hacia la investigación y la innovación, participando en el desarrollo de proyectos de I+D+i. Actualmente, formo parte del Grupo de Investigación en Textiles Inteligentes y Digitalización, un área que combina tecnología avanzada, creatividad y una mirada al futuro del sector. Es una línea de trabajo apasionante, que ofrece grandes posibilidades.

¿Cómo te ha ayudado AITEX a crecer tanto personal como profesionalmente?

Trabajar en AITEX me ha permitido mantenerme actualizado y aprender de forma constante. Es un entorno que te exige estar en continua evolución, lo que ha enriquecido mis conocimientos técnicos y ampliado mis capacidades. Además, el contacto con las empresas, los equipos multidisciplinares y los proyectos de innovación han sido clave para mi desarrollo profesional. A nivel personal, me ha enseñado el valor del esfuerzo compartido y la importancia del compromiso con el entorno productivo.

¿Qué hito destacarías de AITEX en estos años?

No destacaría uno solo, porque han sido muchos los avances logrados. A lo largo de estos años, AITEX ha sabido dar respuesta a los retos del sector, incorporando nuevas líneas de investigación, servicios técnicos de alto nivel y formando parte activa de la transformación del textil. Cada logro ha sido una pieza más en el crecimiento del instituto. Creo que la verdadera fuerza de AITEX está en su capacidad para adaptarse al cambio y liderar desde la innovación.

¿Con qué momento te quedas a nivel personal?

Me quedo con todos aquellos momentos en los que, a pesar de las dificultades, el esfuerzo colectivo permitió alcanzar resultados excelentes. Esos proyectos que parecían imposibles al principio y que, gracias al trabajo en equipo, salieron adelante con éxito. Es en esas situaciones donde más se aprende y donde se forjan vínculos profesionales sólidos. Han sido experiencias muy valiosas que me han marcado.

¿Te imaginabas que AITEX alcanzaría el nivel de liderazgo e influencia que tiene hoy en día?

Sí. Ya en los años noventa, AITEX era una entidad clave para el sector. Tenía claro que, si seguía en esa línea de mejora continua y apuesta por la tecnología, llegaría muy lejos. Y así ha sido. Hoy es una referencia tanto a nivel nacional como internacional, y ha sabido ganarse ese prestigio con esfuerzo, visión y rigor técnico.

¿Cómo viviste el cambio de sede desde Emilio Sala a la actual?

Mi lugar habitual de trabajo ha sido siempre la Unidad Técnica de Paterna, por lo que el traslado no me afectó directamente en el día a día. Sin embargo, sí que tengo cierta nostalgia por el edificio de Emilio Sala. Era un lugar lleno de historia, con mucho carácter. Al mismo tiempo, me fascina el nuevo edificio de Alcoy: moderno, funcional, lleno de posibilidades. Representa perfectamente la evolución de AITEX y su orientación hacia el futuro.

Has visto crecer a la plantilla de unas pocas personas a más de 400. ¿Cómo describirías ese crecimiento?

El crecimiento ha sido espectacular. Pasar de un equipo reducido a una organización con más de 400 trabajadores genera un cierto vértigo, pero también orgullo. Es un indicador claro del impacto que AITEX ha tenido en la industria y del valor que aporta al sector. Este crecimiento ha traído nuevos retos, pero también nuevas capacidades, recursos y talentos que nos permiten seguir avanzando.

¿Qué mensaje le dedicarías a AITEX y a tus compañeros por el 40 aniversario?

Les diría que debemos seguir trabajando con visión de futuro, ayudando a las empresas y creciendo juntos como organización. El compromiso con la innovación, el conocimiento compartido y el trabajo en equipo son las claves que nos permitirán seguir siendo un referente en los próximos años. Felicidades a todos por estos 40 años de esfuerzo y logros colectivos.